Bueno, arrancamos con la historia Nihuil/Payunia 2009.
Allá en los fines del mes de Mayo el amigo Capo tira la propuesta de probar las arenas de los médanos del Nihuil. Como suele ocurrir en estos casos enseguida se formó una larga lista de interesados que con el correr del tiempo terminó decantada en:
Mauricio y Mariana en la Gran Vitara meada por una manada de elefantes.
Wally, Paola, Santi y Vicky en el Canguro devorador de gas oil.
Walter, Carina y Lautaro en la Frontier colorada.
Hugo, Francisco y Gastón en la Hilux voladora (Hugo, le falta esa calco que dice “No corro, vuelo bajito”)
Fabián, Jorgelina y sus niñas en S10.
Juan, Elena y Juani en Korando.
Bichito, Mónica y FLP en mi nueva SW4.
Después de agotadoras discusiones sobre el horario de salida terminamos partiendo de Rosario el Viernes 9 a las 7 A.M. rumbo a Río IV por donde pasamos a buscar a Juan y familia.
El viaje fue tranquilo y sin mayores contratiempos, a las 22.30 estábamos instalados en unas simpáticas cabañas que teníamos reservadas en Valle Grande a orilla del río Atuel.
Asadito y a dormir arrullados por el relajante sonido del río.
El sábado 10 nos levantamos tempranito y cerca de las 8.00 estábamos enfilando hacia uno de los tracks que Tonga “ojos de google earth” había inventado para nosotros.
Ingresamos por una huella que se abría un par de kilómetros después de El Nihuil y luego de algunas idas y venidas nos encontramos con los médanos.
Charla introductoria para los más nuevos, desinflada general de ruedas y “a darle atómos”.
JA! Mirá como me río de Janeiro, los médanos eran inmensos, no había prácticamente partes planas y la arena, finísima, estaba caliente y resultaba casi imposible avanzar.
Algunos de los miembros del grupo comienzaron a sospechar que Tonga dibujó tracks imposibles para que nos perdamos y así poder apropiarse de no se que camioneta y hacerse cargo de no se que empresa.
Después de renegar de lo lindo en un par de trepadas con pendientes insignificantes concluimos que lamentablemente, dada su poca potencia, a la Korando se le iba a hacer imposible intentar seguir.
Juan decidió volver a Valle Grande y Hugo lo acompañó, desencajándolo un par de veces, hasta la ruta.
Pasado el mediodía no habíamos avanzado casi nada, intentar seguir el track fue “misión imposible” por lo que ya cansados y un poco decepcionados decidimos volver al camino para buscar otro lugar por donde entrar… ufff!
Amigo forista: si usted llegó hasta aquí realmente lo admiro, esto se sigo así esto va a ser larguísimo y aburrido así que, si me lo permite, paso al modo abreviado y aburrido.
Subimos el cerro Nihuil, la transmisión automática me tiene absolutamente desencantado, le pregunto a Bichito por enésima vez si la baja está conectada, me asegura que si, paro, le pego una mirada a la palanca, veníamos en alta, pongo la baja, la chata es una araña.
Gracias a un guía que encontramos en el cerro nos enteramos de que nuestro intento de cruzar las dunas por ese lugar era una locura, nos indica una zona para ir a jugar un rato, vamos, nos divertimos un buen rato pese al viento que nos volaba la peluca y nos arenaba las chatas, la paleta del viscoso de la GV se desintegra, se termina el juego, volvemos, Mauricio para cada vez que la temperatura sube más de 0,5º, le pide a Hugo un tanque de nitrógeno líquido para ver si puede hacer llegar la temperatura del motor al 0 absoluto, por suerte Hugo no trajo nitrógeno, Bichito, tratando de conseguir la paleta, se pelea por teléfono con una empleada del ACA (tipo jodido Bichito), volvemos a Valle Grande, cenamos en un restaurant malo y caro, a dormir.
Domingo, puenteamos el electro de la GV y seguimos con el itinerario, los tracks de Tonga no existen, lo insultamos a la distancia, hacemos cuesta de los terneros y ferroviaria, nos metemos por lechos de ríos secos y no tanto, nos perdemos varias veces, hacemos una pequeña demostración de trial con la Hilux de Hugo por una senda complicadita, Wally trata de que la golpee contra todo (tipo jodido Wally).
Todo muy lindo, salimos a la ruta, vamos para el dique agua de toro, es-petacular, encaramos el volcán Diamante, los frenos de la Korando dicen basta, repartimos a la familia de Juan en la demás chatas y comenzamos a subir, la fobia a las alturas de Walter dice basta, varias mujeres dicen basta, a poco de llegar a la cima el volcán nos dice basta, nos maravillamos con el paisaje, bajamos, vamos a Valle Grande y comemos unas pizzas, las horas del día vuelan y la noche siempre termina sorprendiéndonos (Inodoro Pereyra dice que la noche no puede sorprender a nadie, cuando empieza a oscurecer es que se viene nomás).
Lunes, levantamos campamento, Fabián y familia se vuelven a Rosario y Juan decide quedarse un día más en Valle grande, el resto salimos rumbo al salar Llancarello.
Llegando a El Niuhil un rodamiento de “adivinen quien” dice basta, son las 11 de la mañana decidimos jugar a que somos mecánicos, volamos (literalmente) con Hugo a comprar el repuesto a San Rafael, a las 9 de la noche nos damos cuenta de que no somos mecánicos, a las 23.30 (si, 11 y media de la noche) Mauri, Wally y yo hacemos una visita guiada a la fundición de hierro Grassi (recuerden que estamos en la versión corta y aburrida, no puedo dar demasiados detalles pero les resumo que la visitamos gracias a la rotura de la GV y a que somos pésimos mecánicos), los demás buscan alojamiento en unas cabañas en el Nihuil, otra vez nos vamos a dormir tarde.
Martes 13, 11 AM, estamos nuevamente en viaje, enfilamos hacia el salar, la cosa se pone buena de nuevo, cruzamos el salar que más que salar es barro salitroso, la vamos de artistas, sacamos fotos y filmamos aprovechando la inmensa llanura blanca.
Dejamos atrás el salar y decidimos recorrer la Payunia a ritmo maratónico, paisajes increíbles que mutan constantemente, suelo árido y pedregoso, piedras volcánicas, arena negra, volcanes majestuosos, estamos todos subyugados, lamentablemente se nos viene la noche.
El atardecer en la Payunia es un espectáculo de colores increíbles, el sol que se está escondiendo, las nubes y las montañas nos regalan una puesta en escena de otro planeta.
Llegamos a la 40 ya de noche, apuramos el paso hacia Malargüe, a la GV se le suelta un contacto del electro armado en forma provisoria (aparato jodido la GV), Mauricio pide que lo abandonemos allí porque no es digno de viajar con nosotros, decidimos que tiene razón, Wally se apiada y le da una mano con el problema, a medianoche llegamos a Malargüe, Bichito se pelea con la encargada de un hotelucho de mala muerte, nos vamos, nos hospedamos en un hotel decente, cena de despedida, volvemos a debatir el horario de salida, Wally quiere salir a las 5 AM, Mauricio a las 14, partimos la diferencia a las 10.
Miércoles 14, Malargüe-Rosario casi sin escalas, salvo por una pinchadura en la GV a la que Bichito le consiguió un turno en lo del padre Ignacio.
Hermoso, por mi parte solamente me resta decir GRACIAS PASION!!
Namaste
FLP